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domingo, 4 de noviembre de 2012
El exceso de peso temprano, una amenaza para el riñón
Cada vez son más las investigaciones que señalan que acumular kilos de más desde la infancia sólo sirve para hipotecar el futuro. A esta ya larga lista de trabajos se ha unido esta semana un artículo publicado en la revista 'Archives of Internal Medicine' cuyas conclusiones demuestran hasta qué punto son largos los tentáculos de la obesidad infantil. Según sus datos, tener sobrepeso en la adolescencia aumenta considerablemente las posibilidades de padecer problemas renales graves en el futuro. "Hemos visto que tener un índice de masa corporal alto en estas edades se asocia con un riesgo significativamente más elevado de enfermedad renal terminal", comentan los autores del trabajo, dirigidos por Asaf Vivante, del Cuerpo Médico de las Fuerzas Armadas israelíes. Para llegar a estas conclusiones, reealizaron un seguimiento durante una media de 25 años a casi dos millones de jóvenes de 17 años que se habían sometido a un reconocimiento médico antes de realizar el servicio militar entre 1967 y 1997. Entre otras pruebas, este chequeo incluía una medición del peso y la talla y un control de marcadores de enfermedad renal en la orina, lo que permitió excluir del estudio a aquellos que ya presentaban algún trastorno de riñón previo. La evolución de los chicos estudiados destapó una asociación entre los kilos de más y los problemas renales. Así, quienes padecían sobrepeso a los 17 años tenían hasta tres veces más riesgo de desarrollar un estadio terminal de enfermedad renal [el paciente necesita diálisis o incluso un trasplante]. En el caso de los chicos con obesidad, este riesgo era siete veces mayor. Con todo, el riesgo total de padecer una trastorno grave de riñón no fue muy alto. A lo largo de la investigación, desarrollaron este daño un total de 874 personas, lo que supone una tasa de incidencia de 3 casos por cada 100.000 personas al año.
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