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sábado, 12 de enero de 2013
El análisis de ADN confirma la autenticidad de la cabeza momificada de Enrique IV
Una investigación internacional, con participación del CSIC, ha confirmado la autenticidad de la cabeza momificada atribuida al rey francés Enrique IV, fundador de la casa de Borbón, tras recuperar material genético de esta reliquia y compararla con restos de sangre del decapitado Luis XVI.
El análisis genético de la cabeza de Enrique IV está relacionada con la muestra de sangre de uno de sus descendientes, Luis XVI, hallada en el interior de una calabaza que guardó un pañuelo con la sangre de éste, depositado por un testigo de la ejecución del monarca, en 1793, tal como refleja la decoración de la calabaza.
Los resultados, publicados en la revista 'Forensic Science International', revelan que el ADN de la sangre del pañuelo y el de la cabeza momificadapertenecen a la misma línea de descendencia paterna y mantienen una distancia de siete generaciones, ha informado hoy el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) por medio de una nota de prensa. Dichas características son las mismas que relacionan el parentesco entre ambos monarcas franceses.
En 2010, dos estudios independientes intentaron verificar la autenticidad de ambas reliquias. El investigador de la Universidad Médica de París Oeste (Francia) Philippe Charlier dirigió el análisis de la cabeza de Enrique IV, con unos resultados que arrojaron 22 evidencias anatómicas, históricas, patológicas y antropológicas que permitieron afirmar casi con certeza que se trataba de la cabeza del rey.
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