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domingo, 3 de febrero de 2013

El envejecimiento celular visto por adolescentes



Para los profanos en la ciencia, y más si eres muy joven, es fácil que la palabra 'laboratorio' nos remita al de Peter Parker en 'Spiderman' o al del científico Bruce Banner de 'Hulk'. Más equívocos. El estereotipo de científico, con su bata blanca, sus gafas de pasta, sus probetas con líquidos de colores humeantes y sus miles de rarezas, tampoco es un modelo extendido.

Todo esto y mucho más es lo que han podido comprobar un grupo de 20 alumnos de bachillerato de Barcelona, los primeros que han tenido la suerte de estrenar 'Teaching & Training Lab', un espacio del Centro de Regulación Genómica específicamente destinado a acercar la ciencia a los más jóvenes, formar a los investigadores noveles y reciclar al profesorado de ciencias de los institutos y universidades.

El resultado era un conjunto de adolescentes bastante sorprendido. "Me lo imaginaba más cerrado, más pequeño, más viejo, y ver unas instalaciones como éstas me han cambiado el chip que tenía", confiesa Jana Pereña, una de las estudiantes.

Si empezamos por el tamaño, este espacio de 100 metros cuadrados cuenta con equipos de investigación modernos "donados por diferentes empresas relacionadas con la investigación", explica a ELMUNDO.es Fátima Gebauer, bióloga molecular de este centro. "La idea es que chavales desde los ocho años se acerquen a la ciencia, descubran lo que es un laboratorio de verdad, descubran por sí mismos la importancia del trabajo que los científicos realizan y también, por qué no, que no nos vean como bichos raros", señala.

Como estreno, Gebauer y su compañero Matthieu Louis prepararon una clase lúdica para estos jóvenes, metiéndoles 'en la bata' de un científico al investigar la proteína p63, relacionada con el envejecimiento celular y el cáncer; a la vez que podían hacer todas las preguntas que quisieran a los científicos. "Nos damos cuenta de que la ciencia interesa a los jóvenes, pero no siempre tienen la oportunidad de visitar un laboratorio de verdad, despegarse del libro para ver la realidad. Y son curiosos, cualidad de nuestro trabajo. La mayoría de las preguntas versaban sobre por qué éramos científicos y cuáles han sido nuestros descubrimientos", comenta Gebauer.

Además, confiesa que para ella también ha sido todo un descubrimiento. "Muchas veces es culpa de nosotros mismos que la sociedad no entienda qué estamos haciendo y por qué es necesario este trabajo", afirma. "Nos cuesta mucho poder dirigirnos a un público no experto sin utilizar tecnicismos, pero nos están enseñando a ello y es algo que creemos necesario. En el CRG somos un grupo joven de investigadores y sabemos qué sienten estos chicos cuando llegan a un laboratorio y la importancia de que la sociedad en general entienda nuestro trabajo. Poder explicarles que desde aquí damos respuesta a muchas preguntas y problemas actuales y despertarles el gusanillo de la ciencia es gratificante".

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